Un hotel suspendido en el tiempo, soñador eterno entre oriente y occidente. La naturaleza brotando entre la belleza de sus recuerdos. La lectura de un grueso libro de tapas de cuero. Un café negro de aroma especiado. El pasado resurgiendo ante la vista del Danubio. Marienbad es el perfume de una romántica escapada a una época barroca.
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